"Aquel que solo sabe y recomienda hacer locuras sin que nadie entienda"

30 de diciembre de 2014

El Hilo Rojo del Destino

Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia.

Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos.

Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : “Aquí termina tu hilo” , pero al escuchar esto , el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja , empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente , ordeno a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llego el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entro al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.

Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro, tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. “
Una cicatriz que él mismo había provocado al no ver al destino que había pasado frente a él y también nos muestra como los amores destinados son eso, no podemos escapar de la persona que nació para amarnos.
 
 
'Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper'.

20 de diciembre de 2014

La Serpiente

Una serpiente estaba persiguiendo a una luciérnaga. Cuando estaba a punto de comérsela, está le dijo: << ¿Puedo hacerte una pregunta?>> La serpiente respondió: <<En realidad nunca contesto preguntas de mis víctimas, pero por ser tú te lo voy a permitir.>> Entonces, la luciérnaga preguntó: <<¿Yo te he hecho algo?>> <<No>>, respondió la serpiente. <<¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?>>, preguntó la luciérnaga. <<No>>, volvió a responder la serpiente. <<Entonces, ¿por qué me quieres comer?>>, inquirió el insecto. <<Porque no soporto verte brillar>>, respondió la serpiente.


17 de diciembre de 2014

La gente que me gusta

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las 
cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños 
hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con 
capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto 
por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos 
dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el 
nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo 
dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer 
sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
 
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme 
ni herirme. La gente que tiene tacto.
 
Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
 
A estos los llamo mis amigos.
 
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante 
bromas nos enseña a concebir la vida con humor.
 
La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las 
decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas 
se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que 
no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no 
volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes 
no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.


Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar 
sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, 
la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el 
agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y 
propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por 
tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido. 
       
                                                                                                                      
                                                                                                                      Mario Benedetti   
 

14 de diciembre de 2014

El Corazón

'La belleza captura la atención, la personalidad captura el corazón'.


Albufera de Valencia

10 de diciembre de 2014

Entiende




'Entrará de nuevo en mi vida aquel que tenga su propia vida, quien me invite de vez en cuando a compartirla sin que quiera matar la soledad conmigo; quien entienda que al amor en libertad, también le gusta la compañía'.

1 de diciembre de 2014

Comiendote a besos

'El verdadero amor no se reduce a lo físico o a lo romántico; el verdadero amor es aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya nunca podrá ser'.



 María Rozalén - Comiendote a Besos