"Aquel que solo sabe y recomienda hacer locuras sin que nadie entienda"

3 de mayo de 2012

Encendiendo velas

Cuando recobro la razón, me vuelvo loco. Y es que los humanos no sólo somos más pequeños que nuestros sueños, sino también que nuestras alucinaciones. La imaginación escribida es como un rayo en mitad de la noche: abrasa pero ilumina el mundo. Mientras dura ese chispazo deslumbrante intentamos observar la totalidad, eso que algunos llaman Dios y que para mí es una ballena azul llena de crustáceos. Después de todo, tal vez mi hermano no deliraba tanto cuando aspiraba a fundirse con lo divino. En la pequeña noche de la vida humana, el chico soñador enciende velas.