"Aquel que solo sabe y recomienda hacer locuras sin que nadie entienda"

11 de marzo de 2013

Mi vida interior bajo el agua

Caminaba por una superficie plana, sin rumbo mirando a mí alrededor sin conseguir ver nada, todo estaba oscuro. Mirando a un lado y a otro, finalmente mi visión sólo alcanzó a ver una forma no definida y un tanto borrosa a lo lejos. Mi mente racional no sabía que era, pero mi parte irracional, mi inconsciente, sabía que era mi propia vida interior.


Seguí durante un rato a esa extraña forma hasta que de repente señaló hacia arriba y de manera parecida como pasaba en mi planeta, esa señal dio lugar a la lluvia, a los ríos, lagos, mares, océanos,… creándose así un paisaje a mí alrededor. 


A pesar de que la forma no definida era la que tenía el control de aquello, yo era el centro de todo, mientras iba apareciendo todo aquello mi ego iba aumentando, me iba sintiendo como en casa, en un entorno conocido y tranquilo, porque todo lo que iba apareciendo era lo que iba pensando.


Seguí mirando a todos los lados y vi como el agua hacia la misión de alimentar unas peculiares y específicas formas de vida que se movían en todas direcciones. Todas eran iguales a simple vista, hasta que unas salieron corriendo entre la espesa vegetación que se había formado, otros salieron volando en todas direcciones, y el pequeño grupo que quedaba, se lanzó al agua haciéndola chapotear. 


En ese momento dejo de llover y al ver las montañas, los bosques, los lagos y mares,… sentí como todo aquello alimentaba mis deseos y emociones.


Me acerqué a un pequeño estanque donde una pequeña forma de vida de color verde se había sumergido en el agua. Al meterme para buscarla vi como poco a poco el agua se enturbiaba, y sabía que eso no era bueno, la estaba corrompiendo, ensuciando.


Salí y seguí caminando y me senté en lo alto de una colina bajo un melocotonero. Pensaba en cómo había llegado allí, en cómo había desaparecido de su hogar y había aparecido en aquel extraño mundo.  Todo era agradable, y me sentía poderoso. A pesar de aquella forma no definida que se encontraba a mi lado, yo había pensado en todo aquello y se había creado, como en un sueño. Sí, esa fue mi conclusión, que este era mi sueño y que por primera vez podría controlarlo. 


Me dirigí a un lago que había al pie de la colina. No veía formas de vida sólo vegetación y unas bonitas flores de color turquesa. Me quite la camiseta y me introduje en el lago, - si es mi sueño podré respirar bajo el agua – pensé. Tras intentarlo varias veces lo conseguí, miraba de un lado a otro y todas las formas de vida empecé a verlas más claras, habían peces de colores, grandes y pequeños que correteaban a mi alrededor. Me sentí feliz allí, como nunca me había sentido imaginándome que podría vivir allí para siempre.




<<En ese mismo momento, un grupo de policías extraían mi cuerpo ahogado de un lago cercano a donde yo había vivido siempre. Mi mente racional nunca había conseguido ser feliz, pero mi inconsciente, mi propia vida interior, se había dado cuenta que siempre había sido feliz.>>

9 de marzo de 2013

Quimera

A veces cuando tengo fiebre veo todo tipo de criaturas, un zorro azul con tres colas, una cigüeña con cascaron de tortuga, un pájaro con aletas y branquias,... pero anoche, fue diferente.  Vi un animal con tres cabezas y un cuerpo que, de frente, era el de un león, en el medio era el de una cabra y detrás era un dragón. Las cabezas de esos animales salían de un solo cuello y echaban fuego. Era una quimera, una criatura mágica que su existencia fue desterrada  por ser diferente al resto de animales. Lo único que queda de la quimera es su nombre, que se ha convertido en un sustantivo común cuyo significado se relaciona con lo imposible o fantástico. Pero la quimera encarna una verdad terrible en la que nuestras ilusiones pueden destruirnos con tanta crueldad como la violencia o la enfermedad. Y las ilusiones de los otros son aún más peligrosas cuando cobran vida propia.