A veces el tiempo funciona sin pilas. Los
trenes no esperan y se largan. Los capuchones de los bolígrafos se pierden. Las
palabras son inversamente proporcionales a todo lo que queremos decir. La
batería de los móviles siempre falla. Las miradas ya son sin compromisos. Las
drogas un medio de vida. Los ordenadores tienen un chip para no querer volver a
encenderse cada dos años. Los zapatos se desgastan. El amor se denuncia por
malos tratos. Los sueños siempre llegan con retraso. El pasado te hace
rebobinar tu vida. Los días martes y trece conspiran contra a ti. Los besos se
agotan. La esperanza desespera. Las leyes se imponen sin venir a cuento. El
tabaco mata. Los lunes son odiosos. Las relaciones se destiñen. Los compromisos
se desentienden. Las luces se funden. Tu maleta pesa más de la cuenta. Los
autobuses marean. Los sentimientos se confunden. Los semáforos siempre se ponen
colorados si los miras. Los bordillos están dónde no te los esperas. Las prisas
te retrasan. Los momentos son instantes. Los perros ladran por que sí. Y los
gatos son muy perros, pero los malos son muy malos y los buenos no tan buenos.
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