Tomas
una decisión y luego el mundo tiene que girar. Llegan las consecuencias y no
están en tu mano. Solo algo parece claro en esos momentos en los que aguardas:
lo que decidiste estuvo mal… pero, yo
siempre decía que podía con todo. Me equivocaba como en tantas cosas. Aunque
tenía razón en una cosa, en elegirla a ella.
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