Antes tenía días de los que me ponía melancólico, sentimental y filosófico. Que me producía un estado estado emocional de montaña rusa, donde a veces subía y otras bajaba. Pero hoy tengo uno de esos días, donde empiezo a sonreir cada mas, porque las cosas malas van desapareciendo y cada vez estan menos presente. No diré que ha sido fácil, porque mentiría; pero me alegro de que me hayan pasado tantas cosas por el simple echo de aprender de ellas. Ahora puedo decir satisfecho que soy una persona feliz, que no me hace falta muchas cosas para sonreir y, como siempre dice la gente, el tiempo lo soluciona todo. Solo hay que adaptarse al cambio, a la vida misma, porque uno cambia y los demás también... colocandonos en el lugar donde nos corresponde. La vida va tomando forma, pero nosotros somos los únicos que la podemos modificar porque nuestro destino lo tenemos en nuestras manos.
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