Seguí durante un rato a esa
extraña forma hasta que de repente señaló hacia arriba y de manera parecida
como pasaba en mi planeta, esa señal dio lugar a la lluvia, a los ríos, lagos,
mares, océanos,… creándose así un paisaje a mí alrededor.
A pesar de que la forma no
definida era la que tenía el control de aquello, yo era el centro de todo,
mientras iba apareciendo todo aquello mi ego iba aumentando, me iba sintiendo
como en casa, en un entorno conocido y tranquilo, porque todo lo que iba
apareciendo era lo que iba pensando.
Seguí mirando a todos los lados y
vi como el agua hacia la misión de alimentar unas peculiares y específicas
formas de vida que se movían en todas direcciones. Todas eran iguales a simple
vista, hasta que unas salieron corriendo entre la espesa vegetación que se
había formado, otros salieron volando en todas direcciones, y el pequeño grupo
que quedaba, se lanzó al agua haciéndola chapotear.
En ese momento dejo de llover y
al ver las montañas, los bosques, los lagos y mares,… sentí como todo aquello
alimentaba mis deseos y emociones.
Me acerqué a un pequeño estanque
donde una pequeña forma de vida de color verde se había sumergido en el agua.
Al meterme para buscarla vi como poco a poco el agua se enturbiaba, y sabía que
eso no era bueno, la estaba corrompiendo, ensuciando.
Salí y seguí caminando y me senté
en lo alto de una colina bajo un melocotonero. Pensaba en cómo había llegado
allí, en cómo había desaparecido de su hogar y había aparecido en aquel extraño
mundo. Todo era agradable, y me sentía
poderoso. A pesar de aquella forma no definida que se encontraba a mi lado, yo
había pensado en todo aquello y se había creado, como en un sueño. Sí, esa fue
mi conclusión, que este era mi sueño y que por primera vez podría controlarlo.
Me dirigí a un lago que había al
pie de la colina. No veía formas de vida sólo vegetación y unas bonitas flores
de color turquesa. Me quite la camiseta y me introduje en el lago, - si es mi
sueño podré respirar bajo el agua – pensé. Tras intentarlo varias veces lo
conseguí, miraba de un lado a otro y todas las formas de vida empecé a verlas
más claras, habían peces de colores, grandes y pequeños que correteaban a mi
alrededor. Me sentí feliz allí, como nunca me había sentido imaginándome que
podría vivir allí para siempre.
<<En ese mismo momento, un grupo de
policías extraían mi cuerpo ahogado de un lago cercano a donde yo había vivido
siempre. Mi mente racional nunca había conseguido ser feliz, pero mi
inconsciente, mi propia vida interior, se había dado cuenta que siempre había
sido feliz.>>
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