"Aquel que solo sabe y recomienda hacer locuras sin que nadie entienda"

24 de marzo de 2012

Caos


Y el cielo se abrió bramando con ferocidad sobre sus cabezas. Un manto oscuro cubrió las estrellas y la noche se hizo densa e incómoda. La fuerza de la tormenta despertó a los demonios de la tierra que acudieron presurosos a la caza de sus víctimas. La tierra temblaba bajo sus pies como clamorosa lucha por abrirse y tragarlos hasta más allá de la nada.

La fuerza del viento amenazante impedía escuchar más sonidos que el de la propia respiración entrecortada. Nada a que agarrarse, nadie a quien suplicar, sencillamente la más absoluta soledad en el infierno del caos que supone la entrada del dolor.
La naturaleza sumando todos y cada uno de sus elementos en singular unión más allá de la lógica esperable... absolutamente todo en contra, absolutamente todo.

Pecadores solitarios, soltaron sus manos... y volvió la calma.

En ese preciso momento, te quedaste quieta y pensando en todo lo que había ocurrido, en ese último momento... Mientras el pequeño trozo de tierra se deslizaba por la oscuridad, tú te cogiste las manos y bajaste la cabeza, no querías volver, pero sobre todo no querías que todo comenzara de nuevo,… hasta que una luz callo desde la oscuridad y se encerró en tus cálidas manos. Miraste hacia arriba y todo ello estaba lleno de pequeños copos de luz cayendo como la nieve cae en invierno, y recordándote una vez más, entre los copos del cielo estrellado. La canción no dejaba de sonar mientras todo se movía a nuestro alrededor, estábamos separados, pero mirábamos lo mismo,... esto era la magia de aquel oscuro mundo.

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