Corría y corría, no sabía que dirección tomar, cada vez estaban más cerca.
Cerró los ojos, estaba agotado, no podía más y en su mente se acababa de percatar que estaba en un callejón sin salida, tenía poco tiempo, cada vez sus perseguidores estaban más cerca. ¿Qué hago? se pregunto a él mismo. No lo sabía, estaba muy nervioso y su mente estaba bloqueada por el pánico. Se escondí entre las sombras del callejón, en lo más oscuro y más profundo de él, tenia frio y estaba fatigado, lo iban a descubrir, y si lo hacían lo matarían.
De repente oyó unas pisadas en una de las esquinas de la entrada del callejón, y allí estaban; cinco hombres vestidos de negro, esbeltos y fuertes.
Se colocaron a lo largo del callejón y enfila alineados, y entonces empezaron a avanzar.
El chico bloqueado se empezó a marear, y pego contra el muro que tenia detrás de él, pero de golpe se clavo algo en la mano, pego un grito y salto hacia delante calléndose al suelo y descubriéndose a la luz de la inmensa luna.
Los cinco hombres sonrieron a la vez. ¡Con que estas aquí pequeño e insignificante humano!
El chico asustado se levanto rápidamente del suelo y se puso de pie, a la misma vez que esto los cinco hombres lo rodearon y crearon como un muro alrededor suyo, sin tener ningún hueco por donde salir ante esos enormes cuerpos.
De repente, uno de los hombres saco un arma de fuego y apunto al chico, este abrió todo lo que pudo los ojos, y se quedo mirando el arma sin sabes que hacer.
En ese momento el hombre dijo: creo que deberías despedirte, porque de esta sí que no te vas a salvar.
El chico se quedo muy serio, empezó a notar como si le temblaran las piernas, los brazos, los ojos se le cerraban, quería hablar para pedir ayuda pero no le salía ni un hilo de voz, y entonces se oyó el disparo.
Pumm...
El chico abrió los ojos, y lo primero que vio fue una intensa y brillante luz dorada, pero no sabía de dónde venía, volvió a intentar abrir los ojos, y lo consiguió, pero realmente cuando se asusto fue cuando vio que la luz salía de él, era rematadamente imposible.
Seguido de esto se giro y vio al hombre que le había disparado que estaba tirado en el suelo y envuelto en llamas, otro hombre se dirigió hacia él, y el chico que había cogido confianza se le quedo mirando, el hombre levanto el puño y cuando fue a golpearlo empezó a arder en llamas.
El chico estaba asustado, pero a la vez se sentía bien, muy bien, fantásticamente bien, nunca se había sentido con tantas fuerzas y con tanta confianza en sí mismo.
De golpe sintió dos movimientos a su espalda, se giro y se quedo mirando a los otros dos hombres que habían detrás de él.
No me toquéis si no queréis morir, les dijo a los hombres. Pero seguido de esto los dos se abalanzaron contra él y antes de que pudieran tocarle estaban convertidos en polvo, y sus cenizas se habían amontonado en el suelo.
Por último vio al hombre encapuchado apoyado en uno de los contenedores de basura que había en el callejón, se quedo observándolo; algo le decía que ese no era igual que los otros dos.
Al mismo tiempo que el chico se puso la capucha en la cabeza, el hombre se quito la suya, y por el asombro del chico vio que era su abuelo.
- ¿Que significa esto? dijo el joven chico, ¿por qué me está pasando esto?, ¿quién eran esos?,... – dijo el chico mientras el abuelo le mandó callar.
- ¿No te has dado cuenta de lo que ha sucedido?, le dijo el abuelo.
- ¿De qué de esto? y empezó a hacer una espiral con el fuego de su mano.
- Puedes controlarlo, puedes dominarlo, puedes hacer maravillas con ese poder, pero recuerda el poder está dentro de ti, representa lo que tú eres, lo que tú has hecho, lo que estás haciendo y lo que vas hacer. Ese poder es uno de los más peligrosos, aprende a vivir y aprenderás a controlarlo.
- Pero esto es....
- ... es lo que tú eres, así que no te arrepientas de lo que ha sucedido.
El chico se miro las manos, y empezó a respirar pausadamente, seguido de esto cerró los ojos y empezó a relajarse, a pensar en su familia, en sus amigos, en todos eso momentos felices de su vida, y entonces abrió los ojos. La luz dorada había desaparecido, pera al girar la cabeza y mirar hacia donde su abuelo estaba antes apoyado se dio cuenta que ya no estaba. Le había parecido todo un sueño, porque su abuelo llevaba muerto tres años, pero se dio cuenta de que había sido real cuando vio los restos de los otros hombres chamuscados.
Desde ese día el chico ha aprendido a vivir, a controlarse, a pensar correctamente, a hablar, a luchar, a jugar,... pero sobre todo a aprendido que el poder está dentro de él.
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