Hoy tengo uno de esos días de ausencia plena. Como si mi "yo" interior no existiera, impidiéndome reaccionar, pensar, gritar,…
Hoy tengo uno de esos días en los que no se si reír o llorar, en los que no te apetece nada de nadie, en los que deseas no respirar.
Y el culpable de todo esto es el corazón, que no sabe decidir entre pararse o caminar. Porque cada vez cuesta más el beber agua y respirar.
Hoy tengo uno de esos días en los que la razón lucha contra el corazón por las éticas decisiones del amor.
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